Mis primeras impresiones de Lille

Lille es una ciudad de aproximadamente un millón y medio de habitantes, contando toda el área metropolitana conformada también por los distritos aledaños. Es grande, pero tampoco para volverse locos. Su clima es bastante frio y lluvioso, por suerte desde que llegué no llovió nunca, parece que llegué en una mejor época. Los días al principio me parecieron súper fríos, después me fui acostumbrando… y de paso la temperatura parece que está queriendo subir un poco! La diferencia que más noté con el clima cuyano es que el sol se hace de rogar por estos pagos… Igual tengo que reconocer que hasta ahora ha habido días hermosos, re soleados, el tema es que en invierno oscurece temprano, pero a eso también estoy acostumbrado, y no esperés una temperatura máxima muy alta, la amplitud térmica acá no es característica. Lo que sí es bien diferente acá son los horarios… olvidate de salir corriendo a las 21:45hs a comprar algo para cocinar porque no encontrás nada abierto! Extraño el “Don Pedro”  de enfrente del depto para sacarme de esos apuros! Y si quiero ir cenar al comedor tengo que abrir el apetito a eso de las 19hs porque solo te alimentan hasta las 20hs estos tipos! Lo bueno es que se come bastante bien. La mayoría debe saber que me he acostumbrado a no ser muy quisquilloso con las comidas y por eso como muy contento lo que me dan en el comedor. Podés elegir tres complementos además del plato principal, entre esos hay fruta, quesos, ensaladas, postres… digamos que quedo bastante lleno!

Ahora pasando un poco a la arquitectura de Lille, que puedo decirles… la verdad es que tiene partes muy pintorescas. Desde el vamos, te llama la atención lo diferente que es con lo que estamos acostumbrados a ver, sobre todo en Cuyo, en donde los terremotos no dejaron muchas construcciones antiguas. Los adoquines en las calles también le dan un toque especial y cada tanto ves una gran construcción como el Palais de Beaux Arts que te deja con la boca abierta. Los cafés abundan y se ven muy lindos, desde afuera! Todavía no pago por tomar un café, que debe costar un par de eurillos… que con los días te acostumbrás a gastarlos, aunque cuesta olvidarse que cada uno es un General José de San Martín y monedas! Bueno, y continuando con la arquitectura… a todo esto antiguo que les cuento se le suman un par de edificios de vanguardia que vienen construyendo en estos últimos años que tampoco dejan de sorprenderte y estos contrastes aportan a generar una fisonomía urbana de lo más interesante.

Algo que me llamó la atención porque no fue como me lo imaginé es la limpieza… la verdad es que, por lo menos Lille, no es una ciudad taaan limpia. Tal vez un poco más que Mendoza, pero no tanto. Esto se nota bastante en el metro, pero ya voy a contarles de esto un poco más adelante.